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Caso Ramírez: “Mi hermano tenía costillas rotas y más de 50 golpes. Queremos justicia”

En DiamanteFM hablamos con Betiana, la hermana de Guillermo Ramírez, fallecido en circunstancias que la Justicia trata de esclarecer.

“Mi hermano estaba en la plaza, con dos chicos más. Dijeron que hacía exhibicionismo, pero sólo estaba sin la remera con el torso descubierto por el calor, no mostraba sus partes íntimas. Ahí empiezan los golpes, hay testigos de los hechos”, describió.

“Supuestamente los funcionarios policiales aducen que hizo resistencia a la autoridad, pero mi hermano era chiquito de estatura, petiso, flaquito, no tenía tanta fuerza como para hacerse el malo con todos ellos. Mi hermano no tenía arma, no presentaba un riesgo para terceros”.

Guillermo Ramírez
Guillermo Ramírez

“Yo pude acceder a ver 3 videos de cámaras de seguridad, donde pude ver mucho de los hechos sucedidos, hay más de 16”. 

Betiana continúa su relato: “Lo subieron al patrullero ya desvanecido, inconsciente y esposado. También se puede observar en los videos que cuando lo bajan en Diamante mi hermano no reacciona cuando cae al piso y azota su cabeza contra el suelo. Veían que estaba mal, pero nunca trataron de llevarlo al Sanatorio, que está ahí a un par de cuadras. Lo tiraron atrás de la camioneta, no tenían intención de salvarlo, lo torturaron y le arrebataron su vida”.

“Fuimos recibidos por la Fiscal Romina Blasich y nos sentimos contenidos, con una sensación de paz,  nos dio seguridad el notar que se está moviendo, que está haciendo las cosas bien para que se sepa la verdad, dictó medidas sobre los policías, puso en manos de Prefectura y Gendarmería las cosas de la causa, para que no se ensucie nada”.

No tenemos definido si todos participaron en la golpiza o si algunos son cómplices pero los cuatro estaban ahí”, subrayó.

Y agregó: “Mi hermano tenía tres costillas rotas, golpes en su cabeza, más de 50 golpes en su cuerpo y sangre en sus pulmones”.

“La familia está esperando que nos entreguen su cuerpo, a través de la orden del juez, para poder trasladarlo a Santa Fé y que descanse en paz”.

“Exigimos justicia y no nos vamos a callar hasta que se determinen las circunstancias y responsables de su muerte”, remarcó.

“El vivía hace unos años en Libertador San Martín con su mujer y sus dos hijos y trabajaba de changas. Era un buen padre y un buen esposo”.

“Mientras nosotros no hemos podido despedir a mi hermano, los policías se encuentran en sus casas con prisión preventiva domiciliaria”, lamentó. (DiamanteFM – foto portada ilustrativa)