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Día de la lucha contra los trastornos alimentarios. El testimonio de una joven diamantina

El 30 de noviembre se celebra el día Internacional de la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) que se identifica bajo el símbolo de un lazo azul.

Por este motivo recibimos en los estudios de DiamanteFM a Renata y Melania que nos cuentan su historia en primera persona. 

“Noviembre para nosotras es un mes muy movilizador, tratamos de difundir y concientizar sobre este trastorno que tuvimos que atravesar. Hace tres años formamos parte de la Fundación Centro Paraná cuando mi hija Renata ingresó para realizar su tratamiento. Allí recibimos no sólo el tratamiento adecuado sino la contención que la familia y Renata necesitaba. Tuvimos una gran ayudad de los profesionales que trabajan en la fundación, especialmente del licenciado en Psicología Sebastián Méndez. El 19 de diciembre Renata recibirá su alta“, relató Melania.

Fue un proceso de varios años, a los 13 años me diagnosticaron anorexia, comencé con conductas obsesivas con mi cuerpo, hacía mucha gimnasia aeróbica deportiva y actividad física, me exigía demasiado. Recuerdo haber empezado realizando comparaciones con los cuerpos de otras personas. Fue un año muy difícil que recuerdo con mucho dolor”, comentó Renata que hoy tiene 19 años.

Me costó pedir ayuda, lo ocultaba. Mi mamá fue la primera en darse cuenta que algo estaba mal, comía muy poco y entrenaba mucho. Tenía una imagen distorsionada de mi cuerpo, me planteaba objetivos pero nunca era suficiente, no tenía un límite”.

“Es difícil entender la gravedad de esta enfermedad, en principio noté que Renata restringía su alimentación y no mantenía sus rutinas, no entendía que pasaba, le preguntaba y me respondía que quería comer sano y que se estaba cuidando”, mencionó Melania.

“Después de mucho tiempo de consultas con distintos profesionales me contacté con una mamá de la Fundación Centro y conocimos este lugar y a su coordinador Sebastián Méndez, lamentablemente sufrimos momentos difíciles antes de llegar a él”.

Sebastián Méndez, psicólogo y coordinador de la Fundación, en contacto telefónico, expresó: “Esta patología sucede en niños, adolescentes y adultos. Las familias, los padres deben estar atentos a cambios que se pueden observar como la forma de alimentarse, estado de ánimo, relaciones con sus vínculos afectivos, rendimiento escolar, influencia y uso de las redes sociales”.

“La persona que padece una patología alimentaria necesita acompañamiento y presencia de la familia y de profesionales”, agregó.

“A pesar del padecimiento que atraviesan hay personas enfermas que se niegan a recibir ayuda, es mucho más profundo que un capricho, hay cosas que están pasando relacionadas principalmente a lo emocional”.

Renata describió: “Me llevó muchos años darme cuenta de lo que me estaba pasando, todo era un círculo vicioso. Me dí cuenta que necesitaba ayuda durante la pandemia cuando dejé mis actividades de rutina, me deprimía, me costaba relacionarme. Mis pensamientos eran negativos, no quería levantarme de la cama y me daba los mismo despertar o no al día siguiente, con un sentimiento de tristeza enorme”.

A fines del 2021 su pedido de ayuda era urgente, necesitábamos encontrar un tratamiento adecuado, recuerda Melania. Conocimos la Fundación y comenzamos con un tratamiento intenso que dió sus frutos y logró la recuperación de Renata”.

“Hoy me siento muy feliz, siento que cerré una etapa dura, estoy orgullosa de mí y pude reconciliarme conmigo. Me transformé en otra persona. Vivo sola en Paraná, trabajo y estudio Psicología en la facultad. Siento una paz que antes no estaba, valoró Renata. Quiero contar mi experiencia para poder ayudar a otras personas”, remarcó Renata.

“Las altas son muy emotivas”, señaló Sebastián. “Con Renata hemos trabajado mucho junto a su familia. Ella ha vivido un cambio positivo muy grande. Dejó de estar pendiente de su cuerpo, de su peso y de la comida; fundamentalmente, encontró su equilibrio“.

Renata es un claro ejemplo de resiliencia“, valoró el psicólogo.

“Es muy importante el rol de la familia y la comunicación en el seno familiar”.

Melania finalizó la entrevista agradeciendo y destacó: “Voy a seguir vinculada con la Fundación formando parte del grupo de madres voluntarias para poder ayudar”. (DiamanteFM)