Una adolescente de Misiones quedó entre los 10 mejores estudiantes del mundo
Victoria Rojas tiene 17 años y vive en Posadas, Misiones; es la primera mujer local con posibilidades de ganar los 100.000 dólares del Global Student Prize. A los 9 años, Victoria Rojas ya inventaba soluciones para mejorar su mundo.
Es una de los 10 finalistas del Global Student Prize, una iniciativa que busca reconocer los logros de jóvenes de todo el mundo que contribuyen a transformar sus comunidades. A fin de año sabrá si resulta ganadora del premio de 100 mil dólares.
A los 17 años, Victoria Rojas ya batió unos cuantos récords. Es la finalista más joven del Global Student Prize (GSP) 2023, el premio al “mejor estudiante del mundo”: una iniciativa de Chegg.org y Fundación Varkey que busca reconocer los logros de jóvenes de todo el mundo comprometidos con sus comunidades. Además, es la primera mujer argentina en llegar a esta instancia: quedó seleccionada entre 3851 postulaciones de 122 países.
Victoria cursa 5° año en el Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen, una escuela técnica de Posadas, Misiones. Este lunes a la tarde fue convocada a una reunión después de clases con una profesora: cuando llegó al aula, prendió la luz y se encontró con sus papás, varios docentes y compañeros que, con un gran cartel, le anunciaron la noticia de que había quedado seleccionada entre los 10 finalistas al premio. “Todavía no terminé de reaccionar y de caer en todo lo que esto significa”, le confesó a Infobae.
Sabe que quiere devolver a su comunidad algo de todo lo que ha recibido, pero aún no tiene claro qué carrera elegirá al terminar la escuela. “Lo estoy analizando, me gustan muchísimas cosas. Podría ser Arquitectura o Ingeniería, que están relacionadas con la orientación de mi escuela: Maestro Mayor de Obras”, explicó. Y agregó: “También podría ser Relaciones Internacionales: estoy estudiando modelos de Naciones Unidas para un programa internacional, y además estoy desarrollando una organización nacional de jóvenes líderes”.
Ese es su gran proyecto: Innovaty (de “innovación” y “aty”, “equipo” en guaraní), una red que busca impulsar a agentes transformadores, aprovechando la energía e innovación de los jóvenes. “Hay muchos chicos que quieren transformar su realidad o colaborar para solucionar un problema y no saben por dónde empezar –contó Victoria–. Queremos dar a conocer oportunidades y acompañarlos en el proceso, en base a nuestras experiencias. La red viene creciendo mucho: ya somos 50 voluntarios y colaboradores de 11 provincias trabajando en cuatro áreas: bienestar, logística, comunicación y financiamiento”.
“Los chicos somos capaces de hacer un montón de cosas. La combinación entre la experiencia de los adultos y la innovación de los jóvenes es muy valiosa”, señaló Victoria. En ese sentido, valora a los adultos –en primer lugar, sus padres y sus docentes– que la ayudaron a llegar hasta acá: “Me siento muy agradecida con las personas que me acompañaron: mi familia, el colegio, mis profesores, mis amigos, mis tíos. Cada persona que aparece en nuestra vida aporta un granito de arena y construye lo que somos, nuestra identidad”.
La curiosidad, el deseo de aprender y las ganas de transformar su entorno distinguen a Victoria desde que era chiquita. A los 9 años inventaba cuentos con una compañera para promover la lectura. En la escuela de robótica ideó una almohada que buscaba mejorar la calidad del sueño. También formó parte de un equipo de ciencias, donde investigó los ecosistemas de los ríos misioneros.
A los 15 años dio su primer discurso en el Parlamento Juvenil y a los 16 participó de un programa de liderazgo en Estados Unidos. En octubre volará a Dubái para participar del “Change the World Model United Nations”, donde debatirá con estudiantes de todo el mundo sobre los principales problemas de la agenda política internacional. Toda su comunidad educativa se involucró con la causa: la están ayudando a recaudar fondos para que pueda viajar.
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